Celebrar la entrada del año entre ruido de tracas y olor a pólvora es una costumbre muy extendida, pero que puede tener consecuencias peligrosas. Las salidas de
Bomberos en Nochevieja se multiplican precisamente por culpa de los petardos. Un uso indebido o temerario del material pirotécnico puede provocar serias lesiones y cuantiosos daños materiales. Por eso el Ayuntamiento de Bilbao pidió ayer a la ciudadanía que evite el lanzamiento de cohetes durante la campaña de Navidad.
Si en una jornada normal los Bomberos de la villa realizan unas siete u ocho salidas, en la última noche del año esa cifra se dispara, principalmente por culpa de la pirotecnia. El año pasado se registraron 21 intervenciones, de las cuales 17 fueron incendios, y el número es aún mayor si nos remontamos a la Nochevieja de 2007, cuando, de las 38 actuaciones contabilizadas, 28 tuvieron como objeto sofocar un fuego de esta naturaleza.
Según explicaron ayer los responsables del área municipal de Seguridad, la costumbre de recibir al nuevo año lanzando petardos está detras de muchos de estos incidentes. «Son divertidos, pueden ser el broche perfecto a una noche de celebración, pero hay que utilizarlos bien para disminuir los riesgos, evitar heridos y daños materiales», explicó Andoni Oleagordia, director de Protección Civil y Bomberos. Buena parte de las incidencias registradas se originaron en contenedores. «Parece que amplifica el sonido de los petardos -apuntó Oleagordía-, pero el resultado es casi siempre un incendio».
El control municipal sobre la pirotecnia comienza en los puntos de venta, donde la Policía Municipal realiza estos días inspecciones «exhaustivas». El año pasado se intervinieron 114 kilos de material pirotécnico en seis de los 44 establecimientos registrados. La inmensa mayoría del material incautado -107 kilos- procedía de un mismo local, mientras que en los últimos años la cifra de decomisos no solía alcanzar los 10 kilos, muy lejos de los casi 6.000 que se incautaban en 1990.
Para evitar una sanción mínima de 300 euros, los establecimientos deben de tener claro qué tipo de productos pueden vender según la edad del comprador. Los de riesgo muy reducido, como truenos, bengalas o fuentes, requieren una edad mínima de 12 años. Los de riesgo reducido, que incluyen ruedas, candelas o carretillas, son aptos para mayores de 16 y deben utilizarse siempre al aire libre. Y hay que ser mayor de edad para adquirir la pirotecnia de riesgo medio, como cohetes o carcasas, que deberá ser prendida en áreas amplias, abiertas y despejadas.
En el usuario recae la responsabilidad de adquirir el género en un establecimiento autorizado y de no hacer un mal uso del material, porque también puede ser sancionado. Entre otras recomendaciones, es conveniente seguir las indicaciones del envase -«en ningun caso está permitida la venta de unidades sueltas», apuntan desde
Protección Civil-, no se deben almacenar todos juntos y nunca hay que disparar los que presenten algun tipo de desperfecto.
INCIDENTES
2009. Se produjeron 21 intervenciones de los bomberos por pirotecnia, de los que 9 fueron incendios en contenedores.
2008. De las 31 salidas que efectuaron los bomberos, 16 fueron incendios, 13 de ellos en recipientes de residuos.
2007. 38 incidentes por pirotecnia, de los que 28 fueron por fuego. 24 en contenedores, 2 en vehículos y 2 en viviendas.
Inspecciones en puntos de venta. El año pasado se incautaron 144 kilos de material pirotécnico, 107 en el mismo local.
RECOMENDACIONES
MANU ZARRAGOITIA | DIRECTOR DE SEGURIDAD CIUDADANA
«Las sanción mínima por venta irregular o uso indebido es de 300 euros»
ANDONI OLEAGORDIA | DIRECTOR DE PROTECCIÓN CIVIL Y BOMBEROS
«La mayoría de los incendios por pirotecnia son en contenedores»
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