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19.1.11

Desprendimiento de fachada

Una vivienda del barrio de Santutxu tuvo que ser inspeccionada por los Bomberos después de que el revestimiento de hormigón situado bajo algunos de sus balcones se precipitara al vacío. Los operarios trabajaron durante casi tres horas hasta afianzar una estructura que «llevaba un tiempo perdiendo su capa exterior», relataron los residentes del inmueble.
El suceso ocurrió sobre el mediodía en la calle Juan de la Cosa, en la confluencia con la campa de Basarrate. Una llamada a la Policía Municipal de los administradores del portal número 28 alertó sobre los primeros problemas. La fachada de la vivienda, de seis alturas, había sido renovada y alicatada recientemente, pero la franja de pared situada inmediatamente debajo de los balcones había comenzado a dar problemas «hace un tiempo».



El incidente obligó a cortar la calle Juan de la Cosa. :: MIREYA LÓPEZ | Vídeo: Luis Calabor

«Concienciados»
El riesgo de desprendimientos obligó a la Policía Municipal a restringir el paso de peatones bajo el inmueble hasta que los bomberos abandonaron la zona sobre las 15.00 horas. En todo ese tiempo, los operarios comprobaron terraza a terraza la casa. Las precauciones estaban justificadas, ya que la revisión hizo que se desprendieran un buen número de cascotes en una zona muy transitada. «No ha habido ningún tipo de problema, afortunadamente los vecinos empiezan a concienciarse de la situación y en cuanto ven algo peligroso avisan», explicaron ayer portavoces del Ayuntamiento de Bilbao.
Menos suerte tuvo hace ocho días José Miguel Santofimia, un vecino de la capital vizcaína que se llevó el susto de su vida en la puerta de un bar junto al pabellón municipal de La Casilla, en la calle Gordoniz. Con un fuerte temporal de viento arreciando, fumaba con sus amigos al aire libre cuando le golpeó en la cabeza una pieza de hormigón que se desprendió del dintel de una ventana situada en un edificio centenario. Pese a que saltaron todas las alarmas, el afectado, que sufrió una importante conmoción, sobrevivió a la situación con 20 puntos de sutura en la cabeza. La lista de incidentes provocados por fachadas en mal estado vivió su episodio más negro el pasado mes de octubre, cuando una vecina de Galdakao de 31 años que paseaba por la Gran Vía de Bilbao fallecía prácticamente en el acto tras ser alcanzada por una cornisa suelta que también salió 'volando' por el viento.