DYA, Cruz Roja y Bomberos, además de Osakidetza, el Samu, la dirección de Atención de Emergencias del Gobierno vasco y otros servicios empezaron a comprar los nuevos vehículos con los grupos de luces azules, y algunos también rojos, a partir de 2007 siguiendo una recomendación europea. La tendencia en el mundo de las emergencias apuntaba a una equiparación con Europa, tanto en el número 112, como en los uniformes policiales, que ahora incluyen prendas de alta visibilidad, y también en los rotativos.
En la mayoría de los países europeos las ambulancias y los Bomberos llevan luces azules por tratarse de vehículos de emergencia con prioridad de paso. En España, sin embargo, algunos cuerpos policiales se oponen a esta unificación al entender que la Policía debe disponer de un color exclusivo para que el ciudadano al verla sepa que ha ocurrido algo y que debe circular con precaución.
Pese a estas reticencias, una iniciativa parlamentaria ha llegado a aprobar por unanimidad de todos los grupos presentes en la comisión del Congreso que se sustituya el amarillo auto por el azul en los vehículos de emergencias. Al acabar la legislatura, ese importante impulso ha quedado en punto muerto, ya que no podría aplicarse hasta que se modifique el marco legal, esto es, hasta que se cambie el Reglamento General de Vehículos que especifica que, salvo los policiales, deben llevar luces de color ámbar.
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No es posible que un color que se ha diseñado para que la gente lo identifique como precaución, lentitud, bajas velocidades (Luz V-2 Ámbar) quieran también que se identifique como todo lo contrario; preferencia de paso, altas velocidades, necesidad de paso (Luz V-1 Ámbar también) Es una cotradicción y una incoherencia.
