ENFADO. Idoya (izquierda), con su amiga Iratxe, señala el lugar donde ocurrió el suceso. / BORJA AGUDO
Se lanzó a la ría a medianoche para salvar a un joven y tuvo que esperar «45 minutos en el agua» a los servicios de emergencias.
Ocurrió el miércoles cuando paseaba por el muelle de
Cuando al infortunado sólo se le veía el pelo, Idoya cruzó el puente a la carrera y volvió a llamar al 112. «'¿Que aquí hay un tío que se está ahogando!', le dije a la telefonista. '¿Por qué no viene nadie?' Y me empieza a preguntar que si está vivo o muerto... ¿Y yo que sé!». El solo recuerdo le hace pronunciar muchas palabrotas con cierta elegancia. Se quitó la chaqueta y se lanzó a esa superficie misteriosa desde una altura de cuatro metros. «Me tiré a lo bomba, porque no sabía lo que me iba a encontrar en el fondo. Era blando, por el fango, y me dio mucho asco». Nadó hasta el cuerpo, le sacó la cabeza del agua y adoptó la postura de salvamento propia de estos casos. «Le di tortas, le grité '¿respira, respira!', pero él no decía nada. Estaba aterrada pensando que se moría en mis brazos».
La manguera
La providencia quiso que en ese mismo momento unos barrenderos anduviesen cerca. Lanzaron una manguera al agua y así consiguió Idoya un punto de apoyo. «Con la mano derecha me agarré a la manguera y con la izquierda sujetaba al chico por el cuello. La espalda la apoyaba en el muro», negro de noche y verdusco de día.
Lo que no esperaba Idoya era que
Aún tuvieron que estar «otro cuarto» de hora en el agua a la espera de los Bomberos. «Estarían haciéndose fotos», lanza con malicia. «Y cuando llegan, van y dicen, '¿hará falta que echemos la zodiac?'. Yo ya flipé». Vuelve a lanzar improperios. El caso es que no lanzaron la lancha y tuvo que subir agarrada a la manguera. «Me izaron a pulso. Ahí me hice las heridas en los brazos y las piernas».
Idoya acabó con hipotermia en el hospital y debe tomar antibióticos para las heridas y por el agua que tragó. Del chaval «me dijeron que estaba muy mal». De los servicios de emergencias «espero no tener que necesitarlos nunca. Y, encima, veo en el periódico que
Me gustaría, se aclare todo lo que paso desde que llamaron al 112, porque me parece grabe que se nos necesite y se actué, tarde y mal.
Espero se tome buena nota del hecho y no vuelva a suceder.
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