Rescate en el monte.

Foto:Luis Calabor

Rescatan a un hombre que cayó por un precipicio y quedó colgando durante siete horas de la maleza en mitad de la pared, junto a Zabalgarbi
El hombre tuvo la suerte de caer en una especie de balcón lleno de zarzas que frenó la caída y evitó males mayores. «Podía haberse matado, se puede dar con un canto en los dientes», comentaba el pastor que dio la voz de alarma. El sombrío paraje, rodeado de árboles, está alejado de cualquier zona habitada. El pueblo más próximo es Alonsotegi. Antiguamente era una zona más frecuentada. Hay una cueva, ahora cerrada, que se podía visitar.

«Ha tenido la suerte de caer en esa especie de nido, y de que le haya oído yo porque por aquí no pasa nadie», se felicitaba Ramón. «Sigue hablando para que te vea. ¿Estás bien?», le preguntaba. Iñaki estaba «helado de frío», tenía arañazos por todo el cuerpo, de rodar por las zarzas, y brechas en la cabeza, pero suspiraba al oír su voz. «Hasta que no ha amanecido no sabía dónde había caído», decía el herido.

El pastor que pasea a diario 26 cabras y tiene otras 19 cabezas en la cuadra, llamó al 112 para pedir ayuda alrededor de las diez y media de la mañana. De inmediato, se movilizó al Grupo de Montaña de la Ertzaintza, a los Bomberos de Bilbao y a una ambulancia municipal, bajo la coordinación de un técnico de Atención de Emergencias del Gobierno vasco. El rescate resultó peliagudo.