De mayor quiero ser bombero. Apagar fuegos, llevar sombrero y con mi camión colorado tocar la campana y saludar a la gente". Con esta seguridad expresaba Eneko, un niño de 5 años de Bilbao, su particular sueño infantil. Ayer lo pudo hacerlo realidad en parte. Los Bomberos de Bilbao festejaron el día de su patrono con una jornada de puertas abiertas en la que organizaron infinidad de actividades para el público. El Consistorio bilbaino invitó a todos los ciudadanos a participar en los festejos, que tienen como objetivo "acercarse y conocer de primera mano el trabajo de este cuerpo". Rapel en la torre, galería de humos, visita al gimnasio, gargantúa e hinchables, fueron algunas de las actividades que se organizaron para esta ocasión especial. Además, los más pequeños no se fueron a sus casas con las manos vacías; cascos, pins, pegatinas, obsequios del Athletic y caramelos... Una jornada completa y divertida en la que los rayos del sol elevaron la temperatura de los termómetros.
Eneko quiso perderse nada de lo que ofrecía la mañana. Madrugó para ser bombero por un día. Su padre, Mikel Izagirre, le acompañó orgulloso en su particular aventura. Con valentía el pequeño bombero se subió en un elevador a 50 metros del suelo, descendió por una tirolina, cogió una manguera para apagar un fuego imaginario y se montó en el soñado camión colorado. "Llevamos quince años organizando esta fiesta y hay chavales que hoy en día ya son bomberos. Nunca se sabe. Para ellos todo esto es un juego, pero la realidad no es así. Lo cierto es que si mañana preguntas a los niños y niñas lo que quieren ser, la mayoría dirán que quieren ser bomberos", explicaba Txus Romero, presidente de la asociación de los Bomberos de Bilbao. DEIA también quiso sentirse parte del cuerpo. De la mano de Romero realizamos el tan deseado recorrido. Desde la cabina del camión todo se ve diferente. "Nuestro trabajo es pura improvisación. Nunca es igual. No sabemos lo que nos vamos a encontrar en cada una de las salidas que realizamos. Es imposible aburrirse. Un incendio no se repite, ni un rescate, ni tampoco un accidente...", dice Txus Romero.
Un día repleto de sensaciones. Más de 2.000 personas, la mayoría niños realizaron cada una de las actividades que los bomberos de Bilbao pusieron en marcha en las instalaciones de Garellano. A lo largo de toda la mañana, los padres y madres hacían cola para esperar su turno y subir a su hijo al camión. Una vez arriba, comienza la emoción. "¿Tocamos la sirena?", preguntaba Fernando, encargado de conducir el vehículo. "Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiií", respondían los improvisados bomberos. Junto a Eneko, Amaia, de 9 años, reconocía sentirse muy orgullosa con su casco de color rojo bien colocado. "Ser bombero es muy divertido", resalta la inocente niña, sin conocer la dureza y responsabilidad que conlleva este trabajo con riesgos, repleto de improvisación y con un alto nivel de valentía. "No somos superhéroes. Quiero animar a quien quiera dedicarse a esto. El que quiere, puede. Hay que trabajar mucho", comenta Romero. La fiesta continuará hoy domingo con el IX Trofeo de Garellano, que empezará a las 10.30 horas. En esta carrera, participarán los funcionarios del Ayuntamiento de Bilbao y los bomberos de la Comunidad Autónoma Vasca.
Sandra Atutxa - Domingo, 7 de Marzo de 2010 - Actualizado a las 08:09h.
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