Cuando un bombero se enfrenta cara a cara con las llamas no sólo necesita valor, porque como dice el refranero, el cementerio está lleno de valientes. También debe tener la certeza de que el material con el que trabaja, con el que se enfrenta y se protege del fuego es el mejor, se encuentra en las mejores condiciones y va a responder de forma satisfactoria cuando lo necesiten. Por ello, para garantizar la seguridad de los Bomberos de Bilbao, el Ayuntamiento aprobó, en las Juntas de Gobierno celebradas el pasado 22 de marzo, la adquisición de una máquina para el lavado, secado, prueba y enrollamiento de las mangueras contra incendios que se emplazarán en el nuevo parque de bomberos de Miribilla. "Las mangueras para son un elemento fundamental para nuestro servicio, tienen que funcionar a la perfección. Cuando un bombero pide presión en la manguera es que tiene el fuego ya encima, mientras tanto no pide agua. Y si en ese momento resulta que la manguera está pinchada y tiene poca presión; o, está rota y no sale agua; o, se sale el racor de conexión, es decir, la unión entre la manguera y la bomba, y el bombero se queda sin agua, se encontraría en una situación de extremo peligro, porque le va a venir el fuego encima", recalca Andoni Oleagordia, director de Protección Civil y jefe de Bomberos de Bilbao.
Hasta el momento, los Bomberos de Bilbao no disponían de ningún elemento de comprobación para descartar fisura y garantizar el buen estado de las mismas. "Las mangueras requieren un cuidado especial. En los incendios sufren mucho, se exponen a altas temperaturas, roces con objetos punzantes. Cada vez que regresan de una intervención se revisa y se limpia, pero pueden quedar residuos que afecten al material y lo deterioren", explica Oleagordia. Lo que suponía que no las tenían todas consigo al encararse con el siguiente fuego. De ahí la importancia que supone para el Ayuntamiento y para el propio Cuerpo poder contar con esta herramienta.
Se trata del primer equipo de cuidado de mangueras que se instala en un parque de bomberos del País vasco, en algunas ciudades del resto del Estado se está instalando ya, pero es en Europa donde se está utilizando ya, por ejemplo en Alemania, Austria y en Ucrania. "Hemos hablado con los parques que las emplean y están contentos. Hay diferencia, no tanto en el limpiado, sino en la conservación del material porque antes solo se limpiaban por fuera, pero la principal diferencia es que sabes que va aguantar la presión", expone Oleagordia.
Miribilla La máquina se instalará en el nuevo parque de Bomberos que se está construyendo en el barrio de Miribilla, cuya puesta en funcionamiento se prevé para el próximo mes de octubre. "Al trasladarnos a unas instalaciones nuevas intentamos que el equipamiento sea moderno y que cumpla con todas las necesidades del parque, por eso se ha comprado este equipo para el cuidado de mangueras que es lo importante y lo que más aporta", resalta el jefe de Bomberos. El equipo tendrá un coste de 139.200 euros. "Habrá quien piense que es un precio muy elevado para lo que a primera vista parece una lavadora de mangueras, pero es mucho más. Con esta máquina garantizamos a nuestros bomberos que cuando estén frente a las llamas la manguera que van a utilizar funciona perfectamente y que no tiene ninguna fuga que le haga perder presión", matiza.
Funcionamiento El nuevo equipo de cuidado de mangueras permitirá además de lavar, secar y enrollar las mangueras, realizar una prueba de presión para descartar posibles fugas y en el caso de que las hubieras poder repararlas y que los bomberos no corran riesgos innecesarios. La maquina funciona de forma casi autónoma, "requiere muy poca manipulación de los bomberos se programa y listo", indica Oleagordia.
La manguera sucia se pone en la cubeta de remojo antes de entrar en el módulo de lavado, "pasa por unos rodillos que realizan una limpieza exterior", apunta el jefe. Allí, se realiza el acople de la manguera a la unidad, la manguera se enrolla con gran diámetro de una forma muy amplia para lavarla por dentro y someterla a la prueba de presión", matiza. Después, la manguera sucia es transportada por el módulo de lavado y de secado donde una vez limpia es examinada y al mismo tiempo que se seca mediante un procedimiento único y patentado. "El equipo puede enrollarlas de forma simple o doble, como nosotros queramos dependiendo del vehículo al que vallan destinadas h del sistema que emplee", ilustra Oleagordia. Entonces, si la manguera no tiene ninguna fuga o pinchazo puede ser trasladada hasta el almacén o al interior de los camiones de bomberos sin necesidad de llevar a cabo ningún otro tratamiento. En caso contrario, se retiraría y se enviaría a reparar "al servicio correspondiente". Así concluye el cuidado completo del material. El equipo posee un rendimiento de 6 o 7 mangueras por hora, dependiendo del tipo de material, lo que supone entre 8 y 10 minutos de proceso por cada manguera. El uso de la misma dependerá del número de intervenciones que realicen los Bomberos de Bilbao, "ojalá solo tengamos que meter las que usamos para entrenamiento", señala el jefe de bomberos.
Shaila P. Rodríguez - Viernes, 22 de Abril de 2011
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