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25.8.12

El primer colapso del Espacio Karola lo sentencia como área de conciertos festivos

El Espacio Karola tendrá un paso efímero por la Aste Nagusia. El nuevo recinto habilitado en Bilbao para acoger los 'grandes' conciertos de las fiestas cierra hoy su oferta musical con la actuación de Juan Magán y no volverá a abrirse nunca más. Así lo anunció ayer el alcalde, Iñaki Azkuna, tras reiterar que la explanada del Museo Marítimo «no es el sitio adecuado» para que se concentren miles de personas. El primer colapso del recinto, que tuvo que cerrarse el jueves cuarenta minutos antes de que arrancara la actuación prevista al alcanzarse el aforo máximo permitido -8.850 personas-, ha sentenciado un área cuya seguridad mantiene en vilo a los responsables municipales durante toda la Semana Grande.
Pese a que el Ayuntamiento había diseñado un protocolo de actuación sin precedentes para controlar la zona de conciertos, y aunque se conocía de antemano qué actuaciones podían poner a prueba los límites físicos del recinto, todas las previsiones se desbordaron el jueves. Una marea humana ocupó el espacio musical... y también su entorno. No se produjeron incidentes ni desórdenes cuando la Ertzaintza cortó el único acceso a la explanada, llena hasta los topes, pero aquellos que se quedaron fuera no abandonaron la zona: abarrotaron la rotonda y el puente Euskalduna, generando situaciones de riesgo que los equipos de seguridad -Ertzaintza, Policía Municipal, Bomberos y una contrata privada- no pudieron atajar.
El dispositivo municipal incluía el control instantáneo del aforo mediante cámaras de vigilancia, vallas en todo el perímetro de la explanada del Marítimo para evitar caídas a la ría, un equipo de buzos por si, a pesar de todo, alguien acababa en el agua e, incluso, mallas opacas para impedir que el personal se congregara en el puente Euskalduna para seguir la música desde las alturas. Lo que no estaba previsto es que el levadizo se llenara hasta los topes y que muchos jóvenes acabaran apoyados -o incluso sentados- sobre las pequeñas barandillas del paseo, varios metros por encima del Espacio Karola. «La infraestructura no está preparada para eso», reconoció la pasada semana el director de Protección Civil y los Bomberos de Bilbao, Andoni Oleagordia.
Pequeño incendio
Como la música puede escucharse desde cualquier parte, la marabunta que no pudo 'superar' el cordón policial establecido en el muelle de Olabeaga para cerrar la entrada al área musical también 'colonizó' el entorno del Palacio Euskalduna. Hubo que cortar la circulación en el Sagrado Corazón para garantizar la seguridad, y aquellos que tuvieron que cruzar la zona en coche tras salir del teatro se las vieron y desearon para esquivar peatones.
Hubo algún otro problema. Cuando apenas habían pasado treinta minutos desde el inicio del concierto, una dotación de Bomberos tuvo que irrumpir en el Espacio Karola y proceder a sofocar un pequeño incendio registrado en el pantalán del museo. Para ese momento, la Policía Municipal ya tenía controlado el acceso a la explanada desde el barrio de Olabeaga, por donde se colaron unas cuantas personas mientras todos los agentes se centraban en restringir el paso desde el Euskalduna. En todo caso, lo que más exasperó a todos aquellos que se quedaron sin entrar fue ver salir a gente del concierto sin que el acceso volviera a abrirse. Un dato: el Espacio Karola alcanzó su tope de aforo a las 23.20 horas, pero media hora después el aforo había bajado en más de 200 espectadores, pese a que un millar esperaba que hubiera hueco. El recinto vuelve a ponerse a prueba esta noche con Juan Magán, el concierto 'estrella' de la Aste Nagusia. «Intentaré que sea la última vez que se utilice para estas cosas», aseguró el alcalde. Tendrá que consensuar la decisión con la comisión de Fiestas, aunque la seguridad manda.
elcorreo.com

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