Los conductores que regresaban ayer por la tarde a Bilbao
tras el puente festivo del Pilar se toparon con un espectacular
accidente en la A-8, a la altura de las curvas de Zorroza, que por
fortuna no acabó en tragedia. El coche en el que viajaban tres personas,
dos adultos y una niña, quedó literalmente empotrado entre la valla de
protección de la vía y un muro de hormigón. Los tres ocupantes del
vehículo fueron trasladados a Cruces y, según informaron fuentes
sanitarias, sus heridas no revestían gravedad.
El accidente se produjo pasadas las 18.15 horas. Según
informó el Departamento de Interior del Gobierno vasco, el conductor
perdió el control del vehículo, que circulaba en dirección Cantabria,
por causas que se investigaban al cierre de esta edición y chocó contra
la valla del arcén derecho justo antes de entrar en el puente que
sobrevuela la carretera que une Zorroza y Castrejana. La violencia del
impacto provocó que el coche saltara por encima de la protección
metálica y se estrellara boca arriba contra los bloques de hormigón de
la estructura. Al instante se presentaron en el lugar de los hechos
varias patrullas de la Ertzaintza que, al ver el estado en el que había
quedado el vehículo, solicitaron la intervención del servicio de
excarcelación de los Bomberos. Sin embargo, no fue necesaria su
intervención ya que los tres ocupantes, una pareja de 37 y 41 años y una
niña de 9, no habían quedado atrapados en el amasijo de hierros.
El vehículo, un 'Citröen Xantia', quedó totalmente volcado tras empotrarse contra el muro que circunda la autopista. :: LUIS CALABOR |
Traumatismos
Los tres heridos fueron trasladados en ambulancia al
hospital de Cruces. Fuentes de Osakidetza confirmaron ayer que su estado
no es grave, ya que los adultos se encontraban «en zona ambulatoria» y
solo la pequeña permanecía en el área de reconocimiento «por diversos
traumatismos».
El accidente, en cualquier caso, obligó a cortar uno de
los tres carriles de la autopista provocando retenciones que se
prolongaron a lo largo de varios kilómetros, más allá del acceso por
Sabino Arana. De hecho, la retirada del vehículo siniestrado y la
limpieza de la calzada se prolongó durante más de dos horas, por lo que
el vial recuperó la normalidad pasadas las ocho y media de la tarde.
elcorreo.com
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